Camisetas, globos amarillos, oraciones, conciertos y testimonios: son los elementos fundamentales de la VIII misión para los jóvenes «Jesús en el Centro».
Una misión de jóvenes para los jóvenes, organizada por la diócesis de Roma y dedicada este año al beato Juan Pablo II. La iniciativa, que se llevó a cabo del 1° al 8 de octubre, ha involucrado a 400 voluntarios en misión en las escuelas y en Ponte Milvio, lugar símbolo de la vida nocturna de los jóvenes.
Durante una semana, jóvenes de todas las partes de Roma se han reunido con los coetáneos que todavía no conocen a Jesús llevándoles la Palabra de Dios y su testimonio de vida. También las novicias de las Hijas de San Pablo, tras las huellas de Pablo y animadas por el deseo de anunciar a Jesús a todos, han dado su testimonio y aporte de testimonio en las escuelas y en la animación de la adoración eucarística.
La invitación del Señor en esta experiencia única ha resonado con fuerza: «No teman: vayan a anunciar!» (Mt 28,10).