Del 7 al 11 de octubre se llevó a cabo en Roma, Casa San Pablo, la Asamblea anual de las Superioras de la Provincia Italia. Dos relaciones importantes de apoyo: la primera sobre el tema Las Hijas de San Pablo entre el vínculo de la fraternidad y el ejercicio de la sinodalidad, del padre Salvatore Farì, vicentino, experto en vida consagrada, que entre otras cosas nos ha hecho otra vez apreciar la riqueza de nuestras Constituciones destacando algunos artículos en referencia a las tres especificaciones del título del Sínodo: comunión, partecipación, misión.
La segunda relación de Hna. Anna Caiazza, con el tema Abrazar la vulnerabilidad. Líneas para el servicio de la autoridad, con refencia al discurso dirigido por el Papa Francisco a las Superioras generales de todo el mundo, reunidas en asamblea al inicio del de mayo pasado: «También la vida religiosa reconoce hoy su vulnerabilidad, aunque a veces lo acepte con dificultad. Estábamos acostumbrados a ser significativos por nuestros números y nuestras obras… La crisis que estamos atravesando nos ha hecho sentir la fragilidad y nos invita a asumir la minorídad…». ¿ Cuáles cambios pide el Espíritu en estos tiempos históricos? No se trata de preocuparse de la planificación sino de la transformación, intendida como proceso de continua conversión, de apertura a la presencia del Espíritu… No faltó una mirada atenta a la situación de la Provincia en vista de la planificación del año social que acaba de comenzar. Fueron días de fraternidad y debate, para relanzar el servicio de animación a las comunidades, teniendo en el corazón la enseñanza del P. Alberione: «Gobernar es un amplio ejercicio de caridad».