Alfonso Barreto
Jóvenes, Adultos, Padres, Laicos, Religiosos
pocos, realmente muy pocos terapeutas estarían dispuestos a aceptar o reconocer la «necesidad de ayuda terapéutica» para ellos mismos. se necesita bastante humildad, autorreflexión, sinceridad y enmienda para admitir que se puede tener dificultades personales de cualquier tipo, así el individuo sea el terapeuta más reconocido en el universo, como ocurrió con algunos denominados «grandes psicólogos» (por ejemplo: Freud, Kohlberg, Stekel, Tausk, Bettelheim…), quienes a la postre optaron por decisiones de vida polémicas. Sullivan tuvo dificultades con el alcohol, James con depresiones e ideas suicidas…