Durante dos días a principios de agosto, el grupo de Cooperadores Paulinos de las Hijas de San Pablo, junto con cuatro miembros de las Pías Discípulas del Divino Maestro y un miembro de la Sociedad San Pablo de Kinshasa, se reunieron para profundizar el contenido y recorrer el nuevo Estatuto de los Cooperadores Paulinos, aprobado ad experimentum (2022 / 2027) por los Superiores Generales de la Familia Paulina.
Alternando la escucha, la lectura personal, el trabajo en grupo, el compartir y la oración, los participantes (22 personas) redescubrieron que ser Cooperadores Paulinos no es un compromiso como tantos otros, sino que nace de una llamada específica: es una vocación en la Iglesia. Una vocación vivida como hermanos y hermanas de la Familia Paulina, con su especificidad de laicos comprometidos con el anuncio del Evangelio en el mundo de la comunicación social.
Sumergiéndose en el texto del nuevo Estatuto, el grupo profundizó en valores conocidos, otros para Al final de los dos días, evaluando el trabajo realizado, los participantes fueron unánimes en sentir la alegría y la responsabilidad de la vocación paulina vivida como laico en la Familia Paulina, constatando que se abre un nuevo y rico camino para los Cooperadores Paulinos y también para nuestras Congregaciones.