Con el Motu Proprio Lengua Latina, Benedicto XVI ha instituido la Pontificia Academia de la Latinidad, dependiente del Pontificio Consejo de la Cultura. El fin de la Pontificia Academia de Latinidad es promover y valorizar la lengua y la cultura latina, especialmente en las instituciones católicas de formación.
El Papa observa: “También en nuestros tiempos el conocimiento de la lengua y de la cultura latina resultan muy necesarios para el estudio de las fuentes de las que se sirven, entre otras numerosas disciplinas eclesiásticas, como por ejemplo, la Teología, la Liturgia, la Patrística y el Derecho Canónico. Además, en esta lengua están redactadas, en su forma típica para evidenciar el carácter universal de la Iglesia los libros litúrgicos del Rito romano, los Documentos más importantes del Magisterio pontificio y las Actas oficiales más solemnes de los Romanos Pontífices”.
A la Pontificia Academia de Latinidad, como prevé el Estatuto, le corresponde cuidar las publicaciones, encuentros, convenios de estudio y representaciones artísticas; crear y sostener cursos y otras iniciativas formativas; organizar actividades expositivas, muestras y concursos.