Queridas hermanas,
nos ponemos en contacto con ustedes, desde la “Casa San Paolo” de Via S. Giovanni Eudes (Roma) donde hemos comenzado los trabajos del Encuentro Internacional de Formación (12-24 julio de 2018) con el tema Hacia la plena madurez en Cristo. Persona, formadora, comunidad: un proceso de formación integral y corresponsable.
Como decía sor Anna Maria, la Superiora general, en su saludo inicial, representamos al mundo “de las paulinas” y la riqueza de experiencias y de proveniencias: de hecho, entre nosotras, somos formadoras de las varias etapas, superioras y consejeras de la formación.
Ya estamos viviendo jornadas intensas, ricas de iluminaciones, de compartir, de discernimiento y de oración.
Esencialmente son dos los objetivos de este Encuentro, así como han sido formulados por el Gobierno general:
- 1. Ayudar a las hermanas encargadas de la formación a ponerse al lado de las jóvenes, en particular junioras y jóvenes profesas perpetuas, para acompañarlas hacia una vida totalmente entregada y vivida en Jesucristo.
- 2. Identificar modalidades de “integración formativa” entre formadoras y superioras de comunidad para que crezca “una cultura vocacional” que ayude a las junioras, hermanas jóvenes perpetuas y comunidad a sentirse corresponsables en vivir y compartir el carisma paulino.
De los aportes de los relatores emergen ya algunas palabras claves que nos acompañan y nos interpelan y que serán enriquecidas por otras durante el camino:
- – la formación inicial y continua es un dinamismo que involucra toda la vida y requiere una “conversión pastoral y misionera” y la meta final es la transformación en Cristo;
- – asumir la formación como un descubrimiento de un gran itinerario pneumatológico que abraza todos los aspectos de nuestra vida
Nos sentimos interpeladas en primera persona. Y hacemos nuestro el augurio que nos dirigido sor Anna Maria Parenzan: «que esta experiencia, vuelva a estallar aquel fuego que el Espíritu ha depositado en nosotras, el día del Bautismo y de la profesión, refuerce nuestra fe en la Promesa y podamos, verdaderamente, acoger la invitación levantarnos y ponernos en camino».
Equipo de Información