Dios, Padre nuestro, te damos gracias,
por los dones de sabiduría y de amor
que has ofrecido a tu Iglesia
y a toda la humanidad,
a través de nuestra admirable historia.
Con la fidelidad de tu amor,
sigue dirigiendo tu mirada sobre nosotros,
para que, como Pablo, por causa de Jesús,
sepamos buscar, comprender y seguir
los nuevos caminos que abres al Evangelio.
Con el soplo de tu Espíritu,
Ilumina la inteligencia, fortalece la voluntad
y abre el corazón de muchos jóvenes,
para que, atraídos por Cristo Maestro,
comprendan la belleza
y la urgencia de manifestar
el rostro de Dios en el mundo de la comunicación.
Guiados por María, nuestra Madre
y Reina de los Apóstoles,
juntos comunicaremos al mundo
a Cristo Maestro Camino, Verdad y Vida,
salvación y esperanza de todos los pueblos.
Amen.