Comienzo de la Buena
Noticia de Jesús el Cristo,
Hijo de Dios
No, no es solo un comienzo, es un “principio”, es el Génesis, es la vida que, para estar viva, debe
saber siempre recomenzar, volver a ser materia prima, como arcilla constantemente moldeada por el Dios de la historia.
Somos gente del desierto, estamos en el Éxodo, nuestras raíces están en Otra parte, la tierra es el espacio de las trayectorias, las tiendas deben levantarse continuamente. Siempre “en el principio”, continuamente principiantes en la vida, siempre dispuestos a construir y reconstruir, llamados a vivir ligeros, sin definiciones demasiado pesadas.
Somos identidades en movimiento, nuestra identidad se construye en el corazón del movimiento. Nuestra verdad más profunda reside en ese momento de comienzo continuo, de principio eterno que estamos llamados a reconocer.
Cada momento es una llamada a comenzar la vida. El Evangelio es una invitación a vivir como principiantes, con la pasión y la humildad de quien no enseña nada y agradece todo.
En el principio. Siempre hijos de una vida que comienza, siempre arcilla que moldear y luego besar y soltar. Siempre en el principio porque la vida nunca llega a callejones sin salida. La vida ya es eterna para los que acogen el Principio.