Una nueva versión de La Biblia fue presentada el 26 de noviembre en Roma, en la Basílica de Santa María Reina de los Apóstoles en la Montagnola. Escudriñar las Escrituras en árabe, por las ediciones San Pablo. Varios miles de ejemplares fueron donados al Papa para que los entregara a cristianos de lengua árabe en situaciones difíciles. Una atmósfera de vibrante emoción marcó el acto de presentación, «La Palabra de Dios es una Palabra viva y esta Biblia es una herramienta muy importante, especialmente en un contexto tan dividido como Medio Oriente», señaló el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca de Jerusalén de los Latinos, en la homilía de la misa que precedió a la presentación. En una basílica de Santa María Reina de los Apóstoles de Montagnola abarrotada de fieles, concelebraron también representantes de las Iglesias orientales católicas, que al final se reunieron ante los restos mortales del beato Santiago Alberione para un momento de oración, en el día de su memoria litúrgica.
El acto de presentación se enmarca en el centenario del nacimiento de SOBICAIN, la Sociedad Bíblica Católica Internacional, fundada por el propio Beato Alberione. El P. Domenico Soliman, Superior General de la Sociedad de San Pablo, destacó la importancia de esta obra en el ámbito del apostolado bíblico. El propio director de SOBICAIN, P. José Pottayil, señaló que para los Paulinos esta edición abre un nuevo horizonte, el de los países de lengua árabe. « Es una forma de situarnos al lado de tantos hermanos y hermanas que dan testimonio de la fe en los mismos países donde ha germinado y se ha consolidado. Es también una semilla de luz de paz para quienes viven situaciones de violencia y dolor que no les son indiferentes».
Padre Giacomo Perego, responsable de la parte bíblica de Ediciones San Pablo, recuerda que los Paulinos viven este año el centenario de su servicio a la Palabra. «Buscábamos un signo para declinar en el mundo de hoy lo que nuestro fundador siempre recomendó: dar a todos la caridad de la Verdad, entendiendo por ‘V’ con mayúscula, la que emerge de las Sagradas Escrituras. Por eso, realizar, en colaboración con algunos biblistas del Camino Neocatecumenal, una edición de la Biblia en árabe significa para nosotros asomarnos a un horizonte nuevo donde aún no estamos, y sobre todo a un horizonte particularmente delicado en este momento. No olvidemos, pues, que el mundo árabe es la cuna de la fe y, por tanto, también para nosotros, entrar en diálogo con las Iglesias católicas de rito oriental es una oportunidad para aprender, dialogar y crecer a la luz de la fe».