Roma, 24 de febrero de 2022
Queridas hermanas:
Anoche, con la invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas, la guerra ha entrado en el corazón de Europa, abriendo escenarios inquietantes para la paz y seguridad del mundo.
Ayer mismo, concluyendo la Audiencia general del miércoles, el Papa Francisco había dicho:
Tengo un gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación de Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes. Al igual que yo, mucha gente en todo el mundo, está sintiendo angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por los intereses de las partes.
A continuación hizo un doble y sentido llamado:
Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos. Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de toda acción que provoque todavía aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional.
Y quisiera hacer un llamamiento a todos, a creyentes y no creyentes. Jesús nos ha enseñado que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno. Invito a todos a hacer que del próximo 2 de marzo, Miércoles de Cenizas, una Jornada de ayuno por la paz. Animo de forma especial a los creyentes para que en ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra
Hago eco de esta invitación, añadiendo el pedido de vivir y dar testimonio de la paz, también a través de iniciativas apostólicas.
Adjunto encontrarán una oración a María, de Hna. Mariangela Tassielli. Recémosla juntas, con el Rosario, pidiendo la protección de la Virgen de la paz sobre las poblaciones afectadas, de manera particular por las hermanas Pías Discípulas y por los Paulinos que viven y trabajan en Ucrania.
Con afecto, en profunda comunión.
Hna. Anna Caiazza
Superiora general