«Es necesario dejar las tijeras de la censura y hacerse con la filmadora», porque «la fuerza del cine sobrepasa la de la escuela, la del púlpito, la de la prensa y se encamina hacia resultados cada vez más amplios»: esto era lo que indicaba el beato don Alberione cuando comenzó la actividad cinematográfica el 18 de marzo de 1938.
Desde aquel día, las Hijas de san Pablo han recorrido caminos inéditos e inexplorados, asociando el mundo del celuloide al del Evangelio. Siguiendo con este compromiso, las Paulinas de Langley han organizado una serie de encuentros y seminarios, para presentar la figura de Jesús en el cine de todos los tiempos.
El Padre Lloyd Baugh sj. de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y gran experto en el tema, ha guiado los encuentros celebrados en las diócesis de Northamptone y de Newcastle, y dos seminarios realizados en las Universidades de Dirham y Newcastle. Se ha comprobado un gran interés por el tema. Jesús y el cine hablan siempre al corazón de la persona.