Siempre es agradable encontrarnos todos como Familia en la casa común, la sottocripta del Santuario de la Reina de los Apóstoles, con hermanas y hermanos, amigos y todos aquellos que desean compartir este momento de celebración para agradecer al Señor sus 25, 50, 60… años de fidelidad. Una vida entregada, llena de tanto compromiso, conservando en el corazón el deseo de “ser Pablo vivo hoy”.
«La Familia Paulina evangeliza como Pablo. Sirve a la Iglesia en la obra que le encomendó el Divino Maestro: “id y enseñad a las gentes”. Enseñar es evangelizar, según el precepto de san Pablo a su discípulo: Opus fac evangelistae (2Tm 4,5), cumple con tu deber de llevar el Evangelio; repite el feliz anuncio de salvación, paz y justicia que Jesucristo trajo a los hombres de buena voluntad. San Pablo Apóstol es nuestro Padre, Maestro, Protector. Él lo ha hecho todo. (…)La vida de la Familia Paulina viene de la Eucaristía; pero comunicada por San Pablo (P. Alberione, 1954; cf. CISP, 145)».
Gracias a Dios por su fidelidad y a todos los hermanos y hermanas de la Familia Paulina por su recuerdo en la oración.