El Instrumentum laboris del Sínodo de los obispos, como ya se ha explicado para los documentos de las etapas continentales, está concebido como un «instrumento práctico» para facilitar los trabajos de la primera etapa de la asamblea sinodal del próximo mes de octubre. Por tanto, no proporciona respuestas, sino sobre todo preguntas que deben facilitar la escucha y el diálogo dentro y fuera de la Iglesia.
El documento precisa las tres cuestiones principales para la Iglesia sinodal: comunión, misión y participación. Para cada una de estas tres áreas se suceden cinco fichas articuladas en preguntas y oraciones para favorecer la discusión e identificar los pasos concretos que la Iglesia puede dar para seguir siendo levadura del territorio y que luego serán presentados al Papa.
El texto muy rico y articulado, habla del diálogo ecuménico e interreligioso, el papel de la mujer, la figura del obispo y de los laicos, de cuestiones ambientales y del bien común. Y concluye: es «el Espíritu Santo el verdadero protagonista» y nada está ya establecido por los documentos preparatorios que son solo una pista para el discernimiento de los padres (y las madres) sinodales.