Si gozas de salud y eres rico
alivia la necesidad de quien está enfermo y es pobre;
si no has caído,
ayuda a quien ha caído y vive en el sufrimiento;
si estás alegre, consuela a quien está triste;
si eres afortunado, ayuda a quien
ha sido mordido por la desventura.
Demuestra a Dios tu agradecimiento
por ser uno de los que pueden hacer el bien,
y no de los que necesitan ayuda…
No seas rico sólo en bienes, sino en piedad;
no sólo en oro, sino también en virtud,
o mejor, sólo en esta.
Supera la fama de tu prójimo
teniendo más bondad que todos;
conviértete en Dios para el desventurado,
imitando la misericordia de Dios.
San Gregorio Nacianceno