Queridas hermanas:
Ciertamente están al corriente que Sud Sudán está nuevamente precipitada en una onda de violencia. En nuestra pequeña casa de Juba están tres hermanas africanas que viven horas de miedo y están encerradas en casa, como el resto de la población.
Nos escribe la delegada, Sor Mariuccia Pezzini:
«Acabo de hablar con las hermanas; están en casa y no se mueven. En la calle están los soldados que continúan a disparar. Es necesario rezar mucho para que vuelva un poco de calma. El sábado pasado era el 5° aniversario de la independencia… pero ahora parece estar peor que antes.
El aeropuerto y todos los confines están cerrados, por lo tanto, no se puede ni siquiera partir. Estoy segura que la Reina de los Apóstoles continuará protegiendo a las hermanas; sigamos rezando, ya que nada más se puede hacer».
Por teléfono las tres hermanas me han dicho que con ellas está Jesús y por lo tanto ¡están seguras! Les aseguré que todas estamos pidiendo por ellas.
Recordamos que Don Alberione había hecho construir el Santuario de la “Regina degli Apostoli” como cumplimiento de un voto, en respuesta a su urgente pedido durante la segunda guerra mundial, que todos los hijos y las hijas pudieran ser salvadas de todo peligro.
Este voto ha sido siempre reafirmado por nosotras, especialmente en ocasiones de situaciones peligrosas. Ahora le recordamos a la Reina con particular insistencia para que proteja a nuestras hermanas y a todo el pueblo de Sud Sudán que está sufriendo mucho.
Saludos cordiales, con tanto afecto.
Sor Anna Maria Parenzan