La misericordia no es obligatoria,
cae como la dulce lluvia del cielo
sobre la tierra que está bajo ella.
Es una doble bendición:
bendice al que la concede y al que la recibe.
(El mercader de Venecia, Acto IV, Escena I)
La misericordia no es obligatoria,
cae como la dulce lluvia del cielo
sobre la tierra que está bajo ella.
Es una doble bendición:
bendice al que la concede y al que la recibe.
(El mercader de Venecia, Acto IV, Escena I)