Atraeré a todos hacia mí
«Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será arrojado fuera. Y, cuando yo sea elevado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí».
Ser elevado hace pensar en la gloria. Los grandes de esta tierra se suben al podio: las grandes estrellas del espectáculo, del deporte y los políticos en sus fotos oficiales. El podio de Jesús, en cambio, es el patíbulo de la cruz. Elevado sobre ella, es la luz puesta en el candelero que ilumina todos los pueblos. Es el oprobio de la cruz que horroriza y fascina al mismo tiempo, atrae suspiros y las esperanzas de todos los hombres de la tierra. En ella brilla misteriosamente la gloria de Dios, en ella todo hombre encuentra su proprio lugar y su propia casa.
Elevado
Te amo, Jesús,
tú que has sido elevado
inerme
desnudo,
expuesto al vituperio,
a las burlas,
al escarnio.
Te amo, crucificado,
porque sé que ese día
que fuiste elevado
pensabas en mí y en mi salvación.
Amén.
Tomado del libro Il Vangelo si fa strada de Roberta Vinerba, Paoline 2019.
